El sol se alzaba en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados mientras me preparaba para un día especial. Como fotógrafa, tenía el privilegio de descubrir a Emilia en su Sesión de Fotos de Quince, un momento único en su vida. Con mi cámara en mano y una dosis de emoción estaba lista para que este día comenzara.

Desde el momento en que vi a Emilia, supe que esta sesión de fotos sería única. Su alegría era contagiosa. Emi me desafió a crear imágenes que reflejaran su personalidad única y capturaran su belleza interior.

Decidimos llevar a cabo la sesión en el encantador entorno de Potrerillo de Larreta, en Alta Gracia. Este lugar mágico y lleno de historia nos brindó un escenario perfecto para dar vida a los retratos de Emilia. Sus amplios jardines, salpicados de flores vibrantes y árboles majestuosos, nos envolvieron en un aura de serenidad y encanto.

El viejo casco de estancia, con su arquitectura colonial y sus detalles artísticos, se convirtió en un telón de fondo pintoresco para nuestras fotografías. Los muros de piedra guardaban secretos del pasado, mientras que los jardines se abrían lleno de color y de vida. Cada rincón del lugar ofrecía una oportunidad para crear imágenes únicas y especiales.

Empezamos con los retratos clásicos, resaltando la elegancia y el encanto de Emilia. Cada pose, cada mirada, transmitía su dulzura y su serenidad. Era como si el tiempo se detuviera, y solo existiera Emilia y la atmósfera mágica de Potrerillo de Larreta.

La insté a correr, a saltar, a ser ella misma sin restricciones. Y en cada imagen, su espíritu libre y enérgico quedaba plasmado, como un destello fugaz en medio de la tranquilidad del lugar.

El paisaje que nos rodeaba cobraba vida a medida que avanzábamos en la sesión. El sol se filtraba entre las hojas de los árboles centenarios, creando un juego de luces y sombras que realzaba la belleza natural de Emi. Cada foto se convirtió en una ventana hacia un nuevo lugar, donde la magia de Potrerillo de Larreta se entrelazaba con ella.

Pero lo que realmente hizo que esta sesión fuera especial fue la conexión que se creó entre Emi, Potrerillo de Larreta y yo. Me siento bendecida de captar la sinergia entre la belleza natural del lugar y la personalidad luminosa de Emi. El lugar la envolvía, como si Potrerillo de Larreta hubiera esperado pacientemente el momento para envolverla y ofrecer el telón perfecto para esta sesión de fotos.

Entre risas y curiosidad, caminamos por senderos empedrados, bordeados por altos árboles que parecían custodios de los recuerdos que se estaban creando. Cada paso nos llevaba a un nuevo escenario, una nueva oportunidad para crear algo único para ella.

Quiero aprovechar este momento para darles las gracias a Romi (Mamá de Emi). Gracias por su confianza en mí como fotógrafa y su calidez durante todo el tiempo compartido.

Que estas fotografías siempre les recuerden la magia de este momento. Gracias por permitirme ser parte de su historia y por confiar en mí para capturarla.

Fotografía: Vero Martorell y Kuki Fruttero

Creación de la Idea: Candelaria Fruttero

Edición de las imágenes: Kuki Fruttero

Maquillaje: Carolina Saluzzo

Locacion: Potrerillo de La Reta